No puedo dormir. Mis pensamientos empiezan a escribir palabras para borrarte; mi memoria sigue intacta.
Cada recuerdo, cada palabra, cada canción, cada intento de cambiar los chips de nuestros celulares, cada susurro de tu voz en el teléfono. ¡Cuántos sentimientos colgados hay en mi alambre!
Calamaro anda en las mismas. Ella no volverá a su lado; "X" tampoco. Él me entiende y yo lo entiendo. ¿Será cierto que todo lo que termina, termina mal?
"¿Sentiste a los asuntos pendientes volver, hasta volverte muy loco? Si resulta que sí, sí podrás entender lo que me pasa a mí esta noche, ella no va a volver y la pena me empieza a crecer adentro, la moneda cayó por el lado de la soledad y el dolor..."
Cada recuerdo, cada palabra, cada canción, cada intento de cambiar los chips de nuestros celulares, cada susurro de tu voz en el teléfono. ¡Cuántos sentimientos colgados hay en mi alambre!
Calamaro anda en las mismas. Ella no volverá a su lado; "X" tampoco. Él me entiende y yo lo entiendo. ¿Será cierto que todo lo que termina, termina mal?
"No me lastimes con tus crímenes perfectos, mientras la gente indiferente se da cuenta. De vez en cuando, solamente, sale afuera la peor manera."
Mientras más y más lo escribo, más ganas tengo de sentirte, de escupir esto que llevo guardado en mi cuaderno. De pronto, el miedo diseca mi cuerpo y me deja inmóvil: sé que no tengo más que palabras y deseos que en alguna parte de mi cuerpo morirán.
Arrastrar tu pintura, tus migajas de "lo demostraré". Todo va al vacío. Ahí, la muerte es el monstruo que devora tu recuerdo.
Mi vida se mueve en círculos y sobre todo el caos que me rodea, una y otra vez, tú me lastimas con tus crímenes perfectos. Las noches que pienso en ti, imagino un rostro firme, unos ojos chinos, una sonrisa adorable. Tal vez, cuando te vea, no encuentre ni un rastro de mi boceto. Tal vez, cuando te vea, me vea como una "tarada".
Mi vida se mueve en círculos y sobre todo el caos que me rodea, una y otra vez, tú me lastimas con tus crímenes perfectos. Las noches que pienso en ti, imagino un rostro firme, unos ojos chinos, una sonrisa adorable. Tal vez, cuando te vea, no encuentre ni un rastro de mi boceto. Tal vez, cuando te vea, me vea como una "tarada".
Chajuí, chajuá, será de noche, mis emociones retrocederán y te evocarán, chajuí, chajuá, escribiré tu voz, tu mirada, tu tacto. Chajuí, chajuá, el anhelo de crearte como alguien perfecto se materializará, chajuí, chajuá, te atravesaré con estrofas de un Calamaro con heridas de soledad y de nostalgia. Chajuí, chajuá, al amanecer, las palabras se esfumarán y mi corazón será devuelto como una hoja en blanco. Chajuí, chajuá, dormiré unas horas, le daré un beso a mi mamá, las labores periodísticas me trasladarán a otra esfera. Chajuí, chajuá, será de noche... Chajuí, chajuá, mis emociones retrocederán y te evocarán. Chajuí, chajuá, ¿cuándo empezará todo de nuevo?
Yo no te olvido y espero que tú tampoco.