Te sientes marchita y también cansada. Quisieras botar todo lo que llevas dentro, pero no puedes. No te comprendería. Las ganas infinitas de ser de piedra carcomen tus deseos. Una canción te vuelve en sí. Lo único que ahora pides es que los días se te vayan sin pensar.
Hoy más que nunca te parecen lejanos los días en que mirabas el mar, mientras recitabas versos de cielos estrellados y un puerto de Supe. Historias de amor sin flores, ni aplausos... Anhelas besar la espuma y la sal. "¿Por qué me mirabas?", te preguntas.
Hoy más que nunca te parecen lejanos los días en que mirabas el mar, mientras recitabas versos de cielos estrellados y un puerto de Supe. Historias de amor sin flores, ni aplausos... Anhelas besar la espuma y la sal. "¿Por qué me mirabas?", te preguntas.
"Merecer la vida es erguirse vertical
más allá del mal, de las caídas...
Es igual que darle a la verdad
y a nuestra propia libertad
la bienvenida!" (M.S.)
-Hora de continuar con tu camino.-